lunes, 21 de febrero de 2011

A Diego


Me desperté algo asustada a mitad de la noche, es la tercera vez esta semana que me pasa lo mismo. Sentí como mi corazón latía a mil, una bola de angustia subió por mi garganta atorándose antes de salir.
Esperé unos minutos sentada en la cama antes de levantarme. Miré el reloj y eran las 4:17 a.m. Fui a la cocina por un café, preparé el hervidor y fui al baño a lavarme la cara. Nuevamente no iba a poder dormir. Me miré en el espejo y nuevamente algo apretó mi pecho... Una serie de imágenes pasaron fugazmente por mi mente. Hoy... un año más.

El agua estaba lista, preparé mi café y me fui a la pieza. Otra noche que no iba a poder dormir. Prendí mi computador y revisé mis correos. La verdad que a las 4 y media de la mañana eran pocas las cosas que podía hacer. Obviamente como a esa hora no iba a encontrar con quien hablar -bueno quizás podría encontrar a Pauli, mi amiga de España, pero con sus ensayos esta sobresaturada-, de aburrida leí algunos diarios on-line, jugué un par de juegos en el computador, revise las fotos de mis amigos y finalmente me decidí por escribir. Puse el I-tunes en aleatorio y manos al teclado.

Mientras escribía varias imágenes volvieron a aparecer, eran momentos de mi infancia y adolescencia. juegos, tristezas y una persona en particular. Diego.
Si es cierto, hoy se cumple un año más desde que naciste, hoy tendrías 27, quizás hubieses terminado tu carrera, estarías trabajando como ingeniero forestal, tal vez hubieses empezado una familia como era tu sueño, tendrías a una mujer que te amará, una vida hecha, tus amigos de siempre, tu familia -que es maravillosa-, un perro -tal vez-.
Hace casi 9 años que el cáncer te alejo de todos estos sueños que alguna vez compartiste conmigo.

Últimamente he pensado mucho en la gente que he perdido, en la vida que llevo en estos momentos, en la gente que ya no esta aquí y en quienes se apartaron de mi lado o a quienes deje de ver y no pude volver a encontrar. Pero no me siento triste, no me siento sola, estoy con una tranquilidad gigante, enfocada en otras cosas, trabajando, pensando en el futuro y empezando a tomar nuevos rumbos.

Diego fue un amigo de infancia, colegio -aunque 3 cursos más-, fue mi mejor amigo, con quien compartí todos mis momentos difíciles. La separación de mis papás, los problemas en el colegio. mi sexualidad. El siempre fue un hombre luchador, magnifico, sencillo, un amigo de los que es difícil olvidar. Luchó contra su enfermedad, hizo todo, aguantó mucho dolor y continuó hasta que su cuerpo se rindió.

Te quiero mucho Diego y día a día te extraño.



1 comentarios:

PaUKiN dijo...

sabes, aun recuerdo el cariño y respeto con que me hablabas de tu amigo, el dolor y frustracion que sentias de no poder haber hecho o dicho un monton de cosas con respecto a el... y me pasa algo particular al leer tu dedicatoria a Diego, la noche del 21 de febrero, mas bien la madrugada del mismo dia, yo no podia dormir, entre la fiebre y la falta de sueño por haber dormido todo el dia anterior, pero algo me perturbaba las ideas, y me preguntaba a mi misma que era, que habia de importante en tal fecha, a quien debia recordar con tanta urgencia, y te me viniste a la mente, pero hasta ahora, que leo esto no dabia porque... es increible lo poderoso y egoista a la vez que es nuestro subconciente, que sabe las cosas pero no nos las deja saber...

yo tambien te tengo mucho cariño... que estes bien...

pau.

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lunes, 21 de febrero de 2011

A Diego


Me desperté algo asustada a mitad de la noche, es la tercera vez esta semana que me pasa lo mismo. Sentí como mi corazón latía a mil, una bola de angustia subió por mi garganta atorándose antes de salir.
Esperé unos minutos sentada en la cama antes de levantarme. Miré el reloj y eran las 4:17 a.m. Fui a la cocina por un café, preparé el hervidor y fui al baño a lavarme la cara. Nuevamente no iba a poder dormir. Me miré en el espejo y nuevamente algo apretó mi pecho... Una serie de imágenes pasaron fugazmente por mi mente. Hoy... un año más.

El agua estaba lista, preparé mi café y me fui a la pieza. Otra noche que no iba a poder dormir. Prendí mi computador y revisé mis correos. La verdad que a las 4 y media de la mañana eran pocas las cosas que podía hacer. Obviamente como a esa hora no iba a encontrar con quien hablar -bueno quizás podría encontrar a Pauli, mi amiga de España, pero con sus ensayos esta sobresaturada-, de aburrida leí algunos diarios on-line, jugué un par de juegos en el computador, revise las fotos de mis amigos y finalmente me decidí por escribir. Puse el I-tunes en aleatorio y manos al teclado.

Mientras escribía varias imágenes volvieron a aparecer, eran momentos de mi infancia y adolescencia. juegos, tristezas y una persona en particular. Diego.
Si es cierto, hoy se cumple un año más desde que naciste, hoy tendrías 27, quizás hubieses terminado tu carrera, estarías trabajando como ingeniero forestal, tal vez hubieses empezado una familia como era tu sueño, tendrías a una mujer que te amará, una vida hecha, tus amigos de siempre, tu familia -que es maravillosa-, un perro -tal vez-.
Hace casi 9 años que el cáncer te alejo de todos estos sueños que alguna vez compartiste conmigo.

Últimamente he pensado mucho en la gente que he perdido, en la vida que llevo en estos momentos, en la gente que ya no esta aquí y en quienes se apartaron de mi lado o a quienes deje de ver y no pude volver a encontrar. Pero no me siento triste, no me siento sola, estoy con una tranquilidad gigante, enfocada en otras cosas, trabajando, pensando en el futuro y empezando a tomar nuevos rumbos.

Diego fue un amigo de infancia, colegio -aunque 3 cursos más-, fue mi mejor amigo, con quien compartí todos mis momentos difíciles. La separación de mis papás, los problemas en el colegio. mi sexualidad. El siempre fue un hombre luchador, magnifico, sencillo, un amigo de los que es difícil olvidar. Luchó contra su enfermedad, hizo todo, aguantó mucho dolor y continuó hasta que su cuerpo se rindió.

Te quiero mucho Diego y día a día te extraño.



1 comentario:

  1. sabes, aun recuerdo el cariño y respeto con que me hablabas de tu amigo, el dolor y frustracion que sentias de no poder haber hecho o dicho un monton de cosas con respecto a el... y me pasa algo particular al leer tu dedicatoria a Diego, la noche del 21 de febrero, mas bien la madrugada del mismo dia, yo no podia dormir, entre la fiebre y la falta de sueño por haber dormido todo el dia anterior, pero algo me perturbaba las ideas, y me preguntaba a mi misma que era, que habia de importante en tal fecha, a quien debia recordar con tanta urgencia, y te me viniste a la mente, pero hasta ahora, que leo esto no dabia porque... es increible lo poderoso y egoista a la vez que es nuestro subconciente, que sabe las cosas pero no nos las deja saber...

    yo tambien te tengo mucho cariño... que estes bien...

    pau.

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